SaludCómo limpiar una herida

Una caída, un golpe, un corte o cualquier otro accidente puede ocasionar una herida en la piel , la cual puede ser de carácter leve o, por el contrario, una lesión más profunda que necesite incluso de puntos de sutura o de una intervención quirúrgica. Cuando nos hacemos una herida, sobre todo es fundamental tratarla lo antes posible para evitar que pueda desencadenar en infecciones o tener una mala cicatrización. Presta atención a los consejos que te damos en este artículo de Perudalia para saber cómo limpiar una herida correctamente y tener algunos conocimientos de primeros auxilios que te resultarán útiles para muchas ocasiones.

1. Para curar una herida , lo primero que deberás hacer es valorar el grado de gravedad de esta. Es importante que lo hagas de forma inmediata, ya que hay heridas leves que fácilmente podrás limpiar y tratar tú mismo en casa pero, sin embargo, hay otras que pueden requerir puntos de sutura y la intervención de personal sanitario. Especialmente, se deberá solicitar asistencia médica cuando:

   • La herida no para de sangrar a pesar de ejercer la presión adecuada o si después de limpiarla, empieza a sangrar de nuevo.
   • Si no se puede hacer una limpieza adecuada de la herida o en su interior hay algún objeto.
   • Si se trata de una herida grande y bastante profunda, la cual te genera dudas sobre si necesita o no puntos de sutura.
   • En caso de que la herida se haya producido como consecuencia de la mordida de un animal o humana o una quemadura.
   • Si la herida podría afectar gravemente a zonas como la cara, el cuello o el área genital.
   • Si la herida huele malo emite un olor desagradable.

2. Si se trata de una herida leve que tú mismo puedes curar en casa, es importante que sigas las indicaciones que te detallamos a continuación para favorecer su sanación e impedir que se infecte. Antes de empezar y de tocar la herida en cuestión, deberás lavarte las manos con agua y jabón de forma cuidadosa para que queden lo más limpias posible, así se previenen infecciones en la herida durante la cura.

3. En el caso de que exista sangrado, lo principal es detener la hemorragia cubriendo la herida con una gasa o un pañuelo limpio que no suelte pelusa y ejercer una ligera presión para comprimirla. Es fundamental que no entres en contacto con la sangre de la herida en ningún momento, trata solo de parar el sangrado de esta forma hasta que veas que la sangre deja de fluir.

4. El siguiente paso es limpiar la herida y la zona de alrededor para que pueda sanar de forma adecuada. Puedes hacer la limpieza con agua corriente y fría ayudándote de una gasa o, simplemente, poniendo la zona lesionada bajo el chorro de agua del grifo. Si dispones de él, otra opción es utilizar un suero fisiológico para limpiar la herida, aplícalo empapando una gasa y pasándola, primero, por el centro de la herida y, luego, por los bordes.

5. Una vez la herida está limpia, debes secar la piel que hay alrededor dando ligeros toquecitos pero sin llegar a tocar el centro de la herida. Seguidamente, deberás desinfectarla utilizando un antiséptico , como puede ser el yodo; aplícalo con la ayuda de una gasa mediante pequeños golpecitos circulares empezando por el interior de la herida y acabando por el exterior. De esta manera, se eliminarán los posibles cuerpos extraños que pueda haber en su interior.

   No debe aplicar sobre la herida alcohol, ya que es un producto irritante, ni utilizar algodones o papel para limpiarla porque pueden dejar restos en el interior de la lesión.

6. Por último, cubre la herida con una gasa y esparadrapo para que quede tapada y no se roce con objetos ni entre en contacto con gérmenes o bacterias que puedan infectarla y agravarla. Durante las primeras 24 o 48 horas, deberás vigilar la evolución de la herida y hacer las curas que sean necesarias para que la piel de esa zona recupere su estado original. Te aconsejamos que consultes el siguiente artículo para saber cuando una herida esté infectada, en ese caso recuerda que deberás visitar a tu médico de forma inmediata.