EducaciónEducacion: Cómo discutir sin llorar

En primer lugar, debes saber que el llanto es algo natural e inevitable en numerosas ocasiones. Llorar es algo necesario y saludable cuando te enfrentas a tus propias emociones. ¿Sabes ya lo que sientes cuando lloras? Pues es el momento de planteárselo. Rabia, dolor, tristeza, ansiedad, miedo, frustración, impotencia... El llanto se produce cuando una de estas emociones está fuera de control. Si sabes identificar cuál de ellas es la causa de tus lágrimas, podrás empezar a trabajar en técnicas de control mucho más precisas, con las que conseguirás gestionar tus propias emociones.

Seguimos investigando. ¿Sabes que los pensamientos también están relacionados con el llanto? Generalmente, si pensáramos en algo que nos da un vuelco al corazón y que desata alguna emoción, podríamos llegar a llorar desconsoladamente. Te recomendamos buscar la conexión entre tus sentimientos y tus pensamientos para descubrir qué pasa por tu cabeza cuando estás llorando.

Tú eres quien debe dominar tus sentimientos y tus pensamientos, sobre todo en una situación de tensión. Por ello, es importante que a la hora de enfrentarte a otra persona, intentes no pensar mal de ti mismo , dado que una mala opinión de uno mismo solo produce que se hunda tu autoestima y que tus ganas de llorar incrementen. Debes dejar de autocriticarte por cualquier motivo, ya que esto aumentará la posibilidad de llorar descontroladamente delante de otra persona, sin quererlo.

Las técnicas de relajación son perfectas para aprender a controlar el llanto en el estado de nerviosismo que pueden producir las situaciones tensas. Debes conseguir alejarte o separarte de este tipo de emociones para evitar que te afecten y te dominen durante una discusión. Es decir, el fin es discutir como si realmente no estuvieras implicado, sin tomártelo a lo personal. Practica mediante técnicas de respiración y relajación.

En el siguiente artículo, te mostramos algunos ejercicios de meditación para relajarseque puedes poner en práctica.

Si el problema es que no soportas que alguien se muestre autoritario durante la discusión, si no te gustan los gritos o los reproches, entonces en lugar de escudarte tras tus lágrimas debes sacar tu carácter y no permitir que nadie te falte el respeto. El método es trabajar en tu seguridad. ¿Cómo? Busca tu personalidad más triunfadora y asertiva y deja a un lado la pasividad. Revélate y demuéstrale al mundo lo que vales, utilizando como arma tus argumentos certeros, exponiéndolos con claridad y no dejando que los demás se vuelvan gigantes durante la discusión, haciéndote sentir pequeño, pues habrán ganado.

La técnica clave para controlar tus ganas de llorar durante una discusión es llegar a vencer las emociones negativas, dejando lugar solo a pensamientos positivos. Es importante empezar por uno mismo, trabajando la autoestima, la personalidad y la seguridad. Respetándote y queriéndote a ti mismo, conseguirás el respeto de los demás, porque te defenderás. Es un crecimiento individual y personal que poco a poco te hará ganar confianza y seguridad en ti mismo.

Pero si ves que no eres capaz, todavía, de reprimir tu llanto durante un momento tenso, existen técnicas que te permitirán discutir sin llorar. ¿Cómo? Distrayéndote. Para algunos, resulta efectivo desviar una emoción mediante un dolor temporal. Puedes probar de pellizcarte levemente para que tus pensamientos se distraigan y evites así el llanto.

Respirar. Cuando estás en medio de una discusión, a veces es necesario tomar un momento para buscar la calma. Contar hasta diez puede ayudarte a recuperar el control de tus sentimientos y disipar tus incontenibles ganas de llorar. Respira profunda y lentamente para obtener una buena cantidad de oxigeno e intenta no pensar durante este periodo.

Intenta desviar tu atención. Puedes jugar con la visualización, concentrándote en un objeto determinado sin llegar a mirar del todo a la persona con la que te estás discutiendo. Enfoca tu atención hacia otra cosa mientras estás discutiendo.

Por último, si ves que no vas a poder evitar el llanto, definitivamente, antes que mostrárselo a la persona con la que estás discutiendo, excúsate y abandona el lugar. Es importante tomar un breve receso o descanso para que puedas recuperar el control de tus sentimientos y disipar tus ganas de llorar.