SaludCómo controlar los impulsos agresivos

¿Te cuesta mantener el control cuando estás discutiendo? A muchas personas les resulta muy difícil llegar a controlar la ira o la rabia que aparece en determinadas situaciones del día a día. Los conflictos en el trabajo, las discusiones con la pareja e, incluso, la conducción por la carretera pueden provocar unas situaciones desagradables en las que se pierda el control de los propios impulsos y, éstos, pueden tornarse en agresivos. En este artículo de Perudalia vamos a contarte cómo controlar los impulsos agresivos para que aprendas a discutir y a intercambiar diferentes puntos de vista sin gritos ni violencia.

1. Lo primero que debes saber es que todas las personas tenemos impulsos y podemos dejarnos llevar por ese instinto primario que nos empuja a hacer algo que, racionalmente, no está bien reflexionado. Es algo natural que todos tenemos y que, de vez en cuando, puede aflorar en nuestra vida.

   Sin embargo, esto se convierte en problema cuando no podemos llegar a controlar los impulsos y, además, estos nos hacen protagonizar escenas violentas. Esto ocurre, sobre todo, en momentos de discusión en los que los sentimientos de ira puede invadirnos y hacernos actuar de manera totalmente descontrolada. En Perudalia te damos algunas técnicas para que puedas controlar la ira.

2. Antes de comenzar a contarte cómo controlar los impulsos agresivos es importante que sepas que existe un trastorno psicológico relacionado con este tipo de conducta y que se conoce como " trastorno explosivo intermitente ". Este tipo de desequilibrio mental se caracteriza por no poder controlar los impulsos agresivos haciendo que la persona pueda gritar de forma histérica, tirar o romper objetos, empujar o llegar a pegar al otro con el que se está enfrentando.

   Este tipo de trastorno se reconoce cuando una persona reacciona de manera descontrolada ante cualquier situación tensa o de conflicto . Los pacientes suelen describir este tipo de sensación como "ataques" y suelen estar precedidos por la acumulación de tensión y de pensamientos negativos. Lo más habitual es que, horas de estos estallidos, la persona acepte su parte de culpa y sienta vergüenza y/o remordimiento.

   Las personas que tienen este trastorno lo padecen de forma aislada, es decir, no tienen otro tipo de desequilibrio como sería la bipolaridad o el trastorno límite de la personalidad. Tampoco son personas que actúen de esta manera por estar afectadas por sustancias como las drogas. Suelen ser personas normales que estallan en situaciones de estrés . Si este es tu caso, en Perudalia te recomendamos que acudas a un psicólogo para que te ayude de forma específica.

3. El motivo de que las personas se dejen llevar por los impulsos tiene que buscarse en los patrones de conducta que ha aprendido a lo largo de su vida ; desde relacionas pasadas hasta el comportamiento con su familia, muchas pueden ser las causas que le hayan hecho generar un patrón erróneo sobre la resolución de los conflictos. Por lo tanto, para poder cambiar esto es esencial que se haga un autoanálisis para intentar determinar en qué momento el aprendizaje fue erróneo y, así, darse cuenta de que se tiene un problema que debe ser arreglado cuanto antes.

4. Una de las técnicas para controlar la ira es procurar ser dueño de esos impulsos agresivos que nos hacen gritar, ponernos histéricos o sacarnos de nuestras casillas. Para poderlos controlar, una buena manera es pensar antes de hablar , es decir, justo en el momento en el que notes fisiológicamente que vas a experimentar este tipo de situación (nervios, tensión, aceleración del pulso, etc.) coge un lápiz y un papel y escribe qué te pasa, qué es lo que te ha molestado y cómo puedes arreglarlo.

   Poner freno a esa agresividad acumulada y sacar la parte más racional y analista es la mejor manera de poder controlar ese impulso que nos haría cometer una situación desagradable.

5. Pero no siempre podrás parar esa ira y ponerte a escribir para ordenar las ideas, por eso, cuando estamos en otras situaciones más incontrolables una buena manera de poder controlar los impulsos agresivos consiste en concentrarse en la respiración . Hacer exhalaciones profundas conseguirá que el oxígeno entre en tu cerebro y puedas, así, calmar tus nervios rebajando las pulsaciones y manteniendo la mente concentrada en la respiración.

   Te aconsejamos que, cuando estés en este tipo de situaciones, te quedes en silencio, no estalles , manténte callado y empieza a respirar tranquilamente. Pasado un rato, ya habrás sido capaz de controlar esos impulsos y poder hablar de un modo más racional. Si ves que la discusión vuelve a tomar caminos violentos o agresivos, vuelve a quedarte en silencio y controlando tus respiraciones para poder evadirte de esa tensión que se está produciendo a tu alrededor.

6. Al principio, es recomendable que antes de estallar con gritos y agresividad, te vayas a dar una vuelta , te encierres en una habitación o te marches por un rato de ese entorno que te está sacando de tus casillas. Un buen método es ponerse música relajante para, primero, calmar esa rabia contenida y, al cabo de los minutos, verás cómo empiezas a reflexionar sobre el motivo del conflicto procurando entender qué ha sucedido y cuál puede ser su solución.

   Pero, antes de llegar al momento reflexivo tienes que lograr controlar los nervios y esta técnica que acabamos de detallarte suele ser infalible. Si la persona con la que sueles discutir de este modo es con tu pareja, en Perudalia te recomendamos que cuanto antes le expliques todos estos métodos que vas a emplear para calmar los nervios y poder, así, aprender a discutir. En Perudalia te contamos cómo discutir con la pareja sin perder el control.

7. Para poder controlar los impulsos violentos también es bueno mantener una actitud positiva e intentar que aflore en ese entorno tan hostil. Lo más habitual es que cuando se viven estos episodios conflictivos, los pensamientos negativos sean los protagonistas pero tú debes controlarlos y procurar hacerlos desaparecer fomentando una actitud positiva. Esto puedes hacerlo, repitiéndote a ti mismo frases como "Mantén la calma", "No es para tanto", "Puedo controlarlo", etcétera.

8. Cuando sientas que estás preparado para afrontar la discusión de manera racional, lo que debes evitar al máximo es que tu actitud sea altiva. Tienes que acudir a la conversación con ganas de resolver el conflicto, proponiendo alguna solución y hablando en primera persona, es decir, habla solo de ti, no culpes al otro de tu enfado. Intenta comunicarte de manera tranquila y, sobre todo, aprende a escuchar también el punto de vista de la otra persona para lograr a una resolución positiva para los dos.

   Evita, ante todo, subir el tono de voz, usar palabras ofensivas, invadir su espacio o denigrarle. Todas estas acciones denotan un comportamiento agresivo que pueden conducir a una escena violenta.

9. El humor también puede ser una buena herramienta para procurar controlar los impulsos agresivos . Intentar cambiar el punto de vista de la discusión por uno cómico conseguirá que sonrías y que seas capaz de relajarte y aliviar la tensión del momento. Al reír, nuestro cuerpo cambia la respuesta química y pasará de la ira al humor consiguiendo, así, que la rabia desaparezca y que pueda hablarse del tema de un modo mucho más tranquilo y cercano.

10. Una de las mejores técnicas que existen para poder controlar esos impulsos violentos es hacer meditación . Este tipo de práctica consigue calmar la ansiedad, además de ayudarte a que puedas autoconocerte y, así, poder ser capaz de detectar los momentos en los que no eres tú y es la rabia la que va a aparecer. Meditando conseguirás entenderte mejor y, sobre todo, ser capaz de controlar las situaciones que se te van de las manos.

    En este artículo te descubrimos los beneficios de la meditación para la saludtanto física como mental.