Significado del Apellido Amaia

Monica Yarleque Rivera

Por: | Lima , Perú | 34 años | Mujer
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¿Qué es el apellido?

El apellido es el nombre antroponímico de la familia con que se distingue a las personas.

¿Qué significado tiene el apellido Amaia?

Personaje de la novela de Navarro Villoslada 'Amaya o los vascos del siglo VIII' que,desde hace decenios,fue aceptado por la lengua vasca como antropónimo femenino a pesar de su inexistente utilización en siglos precedentes.

Tampoco en otras lenguas de la Península Ibérica tiene tradición onomástica con anterioridad a su expansión desde la lengua vasca. Sin embargo,existen en España y Portugal toponimos relacionados, pero que, hasta el momento,no han podido ser explicados por lenguas latinas, célticas o paleohispanicas. Principalmente,por la densa oscuridad que envuelve a estas ultimas. Sin embargo, a través del euskera (para sorpresa de algunos fantasiosos)se ofrece la única interpretación que, por otra parte, goza del favor general.

Dentro de Euskalherria y de aquellos lugares donde la lengua vasca tuvo influencia en algún momento, son conocidos los topónimos en 'Amai' para designar delimitaciones fronterizas,lindes,limites,bordes o,dicho de otra forma,todo aquello que pueda expresarse con la locucion 'hasta aqui'. Quizás esta acepción fue recogida por el novelista para imprimir el carácter terminal a su protagonista,como ultima representante de una antigua religión, frente a (H)Asier (Principio,Comienzo) que representa el inicio de otra nueva Era. Así pues,Amaia,es el fin o la frontera tal y como se verbaliza en Amaitu(Finalizar,Terminar,Concluir).

Es un clamoroso disparate asegurar que entre Amaya(Linde,Frontera,Termino) y Ama(Madre)existe relación etimológica.Este tipo de conclusiones solo brotan en las mentes de personas desconocedoras de la lengua vasca pero que,amparados por alguna fuerza invisible,se ven ungidos con el derecho a entrometerse como un elefante en una cacharreria,sin reparar en el destrozo que produce la consiguiente confusión cuando lo que se necesita es claridad y buen criterio.

Amaia.
Significa "fin" en euskera, amaiera, amaitu...

Amaia: Esta en japones y en espanol es noche lluviosa

AMAIA,así escrito en euskera moderno,es un sustantivo vasco cuyo significado es "Fin","Límite","Frontera","Linde","Término". Su filiación e identidad con el idioma vasco no lo discute nadie que posea unos conocimientos mínimos de euskera o de historia y, su comprensión semántica,únicamente se consigue a través del vasco.Las posturas más recalcitrantes a la aceptación de este origen, suelen sugerir tímidamente la posibilidad de préstamo hacia el euskera desde una lengua desconocida-hipótesis denominada vulgarmente como "Brindis al Sol"- carente de todo fundamento,por definición,actuando de forma timorata como "el que tira la piedra y esconde la mano". Otro paso más allá van los que haciendo gala de una intrepidez desaconsejable, pero motivados por alguna divina revelación, se atreven a concretar el núcleo exportador en unas lenguas cántabras de las que, en realidad, solo se conocen escasos vestigios,sean onomásticos o toponímicos, pero permaneciendo en la oscuridad absoluta todo aquello verdaderamente identificativo de ellas. La senda de la fabulación o del esoterismo lingüístico es un terreno extremadamente resbaladizo del que,además de magulladuras y desprestigio, únicamente se pueden extraer conclusiones válidas para elaborar el argumento de una función de guiñol (infantil,por supuesto). Sería motivo de satisfacción para los paleohispanistas, en particular, y para todos,en general,poder adquirir conocimientos sólidos en ellas pero, hoy por hoy, no es posible. AMAI, sus derivados y compuestos están diseminados por todo el territorio del País Vasco determinando situaciones geográficas que expresaban límites entre territorios, parajes,poblaciones y todo aquello que tuviera relación con el concepto vulgar "hasta aquí".No se trata,por lo tanto, de una palabra y concepto importados recientemente desde los personajes de una novela si no que existe datación documentada de los topónimos desde épocas medievales y, además, podríamos asegurar una antigüedad mayor para AMAI comprobada su implantación en los diferentes territorios dialectales. Su presencia en otros lugares de la Península Ibérica, fuera de la circunscripción vasca actual, se debe a los fenómenos repoblacionales, perfectamente conocidos, durante el Medioevo y principios de la Edad Moderna pero también,en ciertos casos, nos expone la posible existencia de una antiquísima comunidad o identidad cultural natural y compartida, muy anterior a cualquier partición territorial, que hundiría sus raíces en la denominada "Cultura Franco-Cantábrica", según los especialistas. Serán ellos los encargados de arrojar luz sobre la caverna oscura de los tiempos pero, al resto, corresponde defendernos de los iluminados porque, no siempre, se trata de una mera cuestión de discrepancia lingüística o de simple ignorancia. Respecto a la posible identidad común entre el topónimo burgalés Peña Amaya y el sustantivo vasco AMAIA hay que mantener una posición de prudencia por la existencia de tantas voces a favor como en contra, sin embargo, es un tremendo disloque asociar el sustantivo AMA(Madre, Mamá) con AMAI(Fin, Límite), emparentarlo o derivarlo, ahora del derecho, ahora del revés, según criterios caprichosos de habilidad circense. Son vocablos totalmente independientes y sin ninguna relación o, dicho de otra manera, podrían tener tanta ligazón entre sí como la existente entre los vocablos castellanos PADRE y PIEDRA: ninguna.AMAIA, además de ser un sustantivo y formar topónimos vascos, también está registrado como nombre propio femenino y como apellido en el nomenclátor onomástico de Euskaltzaindia (Academia de la Lengua Vasca).

AMAIA, de origen cántabro, significa tierra madre.

AMAIA o Amaya, es el nombre de la ciudad cántabra asentada en lo alto de una fortaleza (Peña Amaya), y situada junto a la localidad del mismo nombre al N. de la actual provincia de Burgos, en lo que fué el límite S. de la Cantabria histórica, y en una estratégica situación como vigía y puerta de acceso para cualquiera que quisiera internarse en territorio cántabro.

La cita más antigua de esta ciudad la encontramos en el "Itinerario de Barro", hallado en Astorga (León), y fechado hacia finales del s. I o principios del s. II d.C.
Dicho Itinerario, y concretamente su placa I, describe la vía que iba desde Legio VII Gemina (León) hasta Portus Blendium (Suances o Puerto Calderón), en Cantabria.
En la citada placa se alude a las distancias que había entre las diferentes mansiones, expresadas en millas: .... desde Rhama hasta AMAIA, 18 millas; desde ésta hasta Villegia o Vellica, 5 millas; desde ésta hasta Legio IV, 5 millas; etc...

La segunda mención nos llega a través de la Chronica de Iohannes Biclarensis, en la que se explica que el rey visigodo Leovigildo, en el año 574 atacó Cantabria como parte de un plan para acabar con el reino suevo de Galicia; ocupó AMAIA, a la que Culican califica de capital de los cántabros, invadió sus haciendas y devolvió la provincia a su jurisdicción.
En un relieve del relicario de marfil de S. Millán de la Cogolla, fechado a principios del s. XI, se representa a Leovigildo castigando a los habitantes de Amaya, y en él figura la inscripción: Ubi Leovigildus rex Cantabros afficit ("En donde el rey Leovigildo castigó a los cántabros").

Con la invasión árabe, Amaya vuelve a reaparecer en la historia, ya que en ella se hicieron fuertes los cántabros que se oponían al invasor, dispuestos una vez más a defender su libertad con la fuerza de las armas; sin embargo, la falta de víveres les hizo capitular en el año 712 ante las tropas de Tarik.
Pero lo árabes no se establecen en la ciudad, ya que nuevamente Tarik, junto a su caudillo Musa ben Nusayr, ataca Amaya en el año 714, antes de internarse en Asturias y penetrar allí hasta la costa.

Durante el reinado de Alfonso I (739-757), primer rey de la monarquía asturiana e hijo de Pedro, Duque de Cantabria, aquél tomó la ciudad y la reconstruyó, pero el hecho de hallarse en "tierra de nadie" y ser objeto de frecuentes incursiones por parte del enemigo, hizo que se despoblase nuevamente, hasta que Ordoño I, en el año 856, consciente de su valor estratégico, encargó al conde D. Rodrigo su reconstrucción y subsiguiente ocupación, tomando a partir de entonces el nombre de Amaya Patricia.

Su fama y prestigio fué tal como frontera y vigía que bajo el mandato del conde Diego Porcellos, en el año 922, se hizo desviar el Camino de Santiago que atravesaba Alava, para hacerlo discurrir por Briviesca y Amaya en dirección a Carrión y Astorga.

Todavía en el año 989, las huestes de Abderramán ponen cerco y arrasan de nuevo la población en lo que sería la última batalla librada bajo sus murallas.

Posteriormente, bajo el reinado de Ramiro II, se lleva a cabo la definitiva repoblación, aunque el sucesivo traslado de las fronteras cristianas cada vez más hacia el Sur, hizo que las gentes que la habitaban fueran abandonándola para asentarse de forma definitiva en los valles inmediatos, desapareciendo así el rastro de la ciudad en las fuentes históricas.

Etimológicamente, el nombre de AMAIA * AMAYA ha sido tenido por vasco, intentando explicarlo mediante la palabra del dialecto vizcaíno amai "fin", "término" + el sufijo -a "el, la, lo", justificando así al hecho de estar aquélla en los confines de la Cantabria lindante con las tierras de los vacceos.

Su uso como nombre personal femenino comenzó en Vizcaya, Guipúzcoa y Alava tras la aparición de la novela "Amaya o los vascos del s. VIII", escrita por Navarro Villoslada en 1879, fruto de su imaginación y sin base histórica, falseando la historia de los vascos mediante la apropiación de una parte importante de la historia de Cantabria, hasta el punto de que dicha novela es considerada en muchos centros escolares de aquellas provincias un libro histórico, de obligado conocimiento entre los estudiantes.

La etimología real de este topónimo está basada en la raíz ide. * am(m)a "madre", atestiguada en numerosas lenguas ides.
En la onomástica de la P. Ibérica encontramos los nombres: Ama, usado entre los ástures y vacceos; y Amma (con geminación de la -m-), entre los galaicos bracarenses, astures y lusitanos.
Fuera del solar ibérico nos encontramos: Amma, en la Iliria; Amma y Ama, en Bélgica, Germania Superior e Inferior, y en los Campos Decumates; y el masculino Ammus, en Bélgica.
De ahí que el mencionado vocablo * am(m)a puede ser un préstamo al vascuence con el mismo valor y significado, resultado de las invasiones indoeuropeas y sobre todo celtas, que atravesaron el territorio vascón durante su llegada a la P. Ibérica, así como por el hecho de ser vecinos los vascones (actuales navarros) de los várdulos, caristios y berones, (actuales vizcaínos, guipuzcoanos y riojanos).
Estos tres últimos pueblos pertenecían al conglomerado de pueblos de lengua indoeuropea, como lo pone de manifiesto su onomástica y toponimia antiguas.
El sufijo procede también de un ide. * -io- / -ia-, especialmente activo en las lenguas celtas donde sirve para formar nombres de acción, adjetivos, nombres de agente y topónimos.
En los nombres personales lo encontramos formando dobletes: así, All-ius está construido sobre All-us; Camal-ia, sobre Camal-a; etc..
Este mismo sufijo también es muy frecuente en gr., lat. e ilirio, donde forma adjetivos y nombres personales.

AMAIA *AMAYA, significa en sentido literal: "la (ciudad) madre", lo que en la toponimia puede equivaler a "la capital".

Ammaia (com -m- geminada = -mm-)es también el nombre de una ciudad de la Lusitania, hoy Portalegre, perteneciente al Conventus Pacensis, y que llegó a alcanzar el status de municipum, probablemente en la época de Claudio, tal como se cita en una inscripción del año 161 d.C.
Relacionada con ésta misma, existe otra inscripción publicada por E. Croag en el año 1933, en la que se alude a la Civitas Amaiensis.

Es evidente el parentesco onomástico entre la ciudad cántabra y la lusitana, lo que invalida la tesis de explicar su nombre por el vasco, ya que Ammaia estaba situada en el centro del Conventus Pacensis, bastante alejada de cualquier frontera o límite, y por otro lado la onomástica antigua de cántabros y lusitanos guarda una gran relación.

En la toponimia actual aún encontramos, aparte de los que llevan el sobrenombre de Amaya por hallarse cerca de su emplazamiento, los pueblos de: Amayas (Guadalajara), en el interior de la Celtiberia; Amayuelas de Arriba y de Abajo, (Palencia), en territorio vacceo limítrofe con los cántabros; y Amayuelas de Ojeda (Palencia), en territorio cántabro, al NO. de Amaya.


En resumen: Amaya-Amaia, es un topónimo (y como tal, un nombre de persona) cántabro, ya que tanto las fuentes escritas como la toponimia nos han legado su huella y el testimonio de su existencia, lo que le da carta de naturaleza cántabra; de ahí que los nomenclátores vascos deberían eliminarla de su relación o bien aclarar su verdadero origen.

Además de los significados ya mencionados, a la mujer que portan este nombre se les conoce como "La que observa el mundo y lo descubre"

AMAIA es una voz indudablemente vasca que significa "FIN", "TÉRMINO". Tiene el carácter de "LÍMITE" con sentido fronterizo apareciendo topónimos al efecto desde Peña Amaya hasta Amaiur (actualmente,Baztán). Su verbalización adquiere la forma de AMAITU con sentido de "ACABAR", "FINALIZAR", "APURAR" siendo extensible,según el sentido de la frase, a "DELIMITAR" o "CERCAR".Esta visión de conjunto nos ayuda a entender mejor la profundidad de su significado y su entronque con la lengua vasca resguardándola de ficciones diversas.

Es muy Bonito y fácil de decir, me encanta mi nombre

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